lunes, agosto 14, 2006

Huerfanitos

Hace mas o menos una semana que nuestro gato me trajo un regalo y lo dejo sobre el sofa. Pense que era una rata y la tome para tirarla fuera, pero me di cuenta de que era un pequeñin tlacuatche o sarigüeya.
Era muy pequeño y flaco, tenia cara blanca y el resto del cuerpo cubierto de pelos negros muy finos. La cola larga y prensil, la primera mitad negra, el resto color de rosa, igual que sus manitas y patitas. Mas bien son cuatro manitas porque en las patas traseras tienen un dedo gordo, como la mano humana.
El pobrecito tenia un razguño del ojo iquierdo hasta el hombro, pero no se habia roto la piel. Aunque el ojito izquierdo estaba notablemente mas chico que el derecho, salton y brillantemente negro. Lo mas comico eran sus orejas grandotes, arrugadas, de piel sedosa y transparente que le salian de la cabeza como dos antenas.
Rapidamente le habilitamos una jaulita pequeña que tenia, que ya me habia servido para otros huerfanitos. Le limpie el rasguño con agua oxigenada y le puse crema de terramicina.
Le calente un poco de leche rebajada con agua y la endulce con miel maple, y se la tomo con lo que me parecia como resignacion, lamiendo las gotitas del gotero, valga la redundancia.
Le meti muchas toallas de papel para que se pudiera esconder - viven casi toda su niñez en la bolsa pegada a la panza de su madre. Y lo tape con una toalla, para que estuviera oscuro y tranquilo.
A la mañana siguiente muy temprano, pidio nuestro Schnauzer salir de la recamara y le abri la puerta. Por lo general regresa despues de hacer sus necesitades abajo en la terraza. Pero esta vez no volvio y oi unos ruidos raros como jadeos y gruñidos.
Sospechando nada bueno baje corriendo y me encontre a otro bebe, hecho bolita, inmovil en medio de la terraza, los gatos acostados encima de la mesa y el perro bailando al rededor del animalito, tratando de animarlo a sacar la cabeza. Pobre criatura! Tome un trapo y lo cogi, pero inmediatamente empezo a moverse desesperadamente y a defenderse. Con trabajo pude sostenterlo y lo meti en la jaula con su hermanito. Tenia un raspon en la espalda, pero tampocoestaba sangrando.
Se escurrio hasta el ultimo rincon y se enrollo otra vez. Cuando le ofreci el gotero con leche se aplasto contra el piso y abriendo su boca llena de dientes, dejaba oir unos furiosos gruñidos. Asi que lo deje en paz.
Mas tarde, la misma mañana, nuestra perrita estaba rascando furiosamente debajo de una jardinera y no se dejo distraer con nada. Meti un palo y salio una de sus pelotas, pero esto no era lo que ella queria, y siguio rascando y gruñendo.
Con una escalera llegamos desde el otro lado a la jardinera y encontramos a otro tlacuatchito escondido entre las hojas y la tierra mojadas. Cuando lo saque estaba muy frio y debil, lo calente entre mis manos, lo seque lo mejor que pude y se lo coloque encima de sus hermanos, para que lo calentara.
A las tres horas volvi para darles de comer, acordandome de nuestros crias de gatos y perros que teniamos que dar mamilas.
El primero, que bautize Chico, porque era el mas chico de los tres, es muy manso y deja que lo tome en la mano, inclusive se deja acostar patas arriba para tomar su leche. Ahi me di cuenta que era un Chico.
El otro bebe, que habia rescatado de la terraza, esta profundamente traumatizado. Cada vez que meto la mano a la jaula para sacar a Chico, ella se esconde en el ultimo rincon, casi acostandose de espalda abriendo sus fauces y gruñendo. Asi que cuando le toco a ella comer, me puse un guante de hule, y que bien que lo hice, me pesco el dedo y no lo soltaba! Podia sentir sus dientecitos, aunque no lograron rasgar el guante.
Le tengo que dar la leche "de ladito" por la comisura de la boca, no quiso abrirla mas que para morder el gotero ferozmente.
El tercero amanecio muerto. No lo alcanze a tiempo, igual que un cuarto que encontramos muerto abajo, junto a la picina.
Suponemos que un carro o un perro haya matado a la madre y la cria, despues de unos dias, muerta de hambre, se desparramo para buscarla o buscar algo de comer.

Desde entonces paso madrugadas de insomnio pensando en que darles de comer. He leido paginas y paginas en Internet sobre que NO se les debe dar, pero nada me dicen que darles.
Les he dado papaya y carne de pollo raspada. Creo que esta les cayo pesado, porque dejaron de defecar, cosa que al principio hacian regularmente. Me asuste mucho al ver la panza como balon de mi Chico. Entonces hice avena, la cole y la mezcle con la leche. Ademas les di papaya rallada.
Tuve exito y ensuciaron su jaula que daba gusto.
Un dia comen bien, otro no quieren. A la semana los pese y pesan, el Chico 135 gr, la Gruñona 145. No tengo idea cuanto deberian pesar. Ya les quite la avena.

Hoy, 14 de Agosto, comieron su papaya rallada desde un platito. Pero la leche todavia no la lamen. Tambien les gusta la yema de huevo y hoy les raye un pedacito de manzana, que tambien comieron bien. Pero ¿que mas?
Tampoco se cuanto tiempo tenerlos conmigo. Hay una pagina Web de un matrimonio que se ha casi dedicado a criar estos animalitos, pero tampoco dan mucha informacion. Ademas yo no puedo hacer lo que ellos, de dejarlos caminar libremente por la casa, tengo 7 gatos y dos perros!

Anoche me dieron lastima y les quise dar una ultima botella a las 10 de la noche. No me acordaba que la noche es la hora cuando mas activos estan. En el momento que saque a Chico de la jaula, Gruñona pego un brinco y se salio! Yo con el otro en la mano no pude hacer nada. Hasta que lo habia regresado a la jaula, la otra ya iba por detras de la lavadora y se refugio debajo del lavadero, subiendo por la pared de piedras hasta el ultimo rincon. Ahi, hincada como una penitente, armada de una toallita, la pude atrapar y regresar a su jaula, bufando de rabia y pataleando como loca. De castigo no les di nada!

No he podido hacer fotos ya que yo soy la fotografa, pero tambien la mama que les da de comer, a ver si logro unas tomas aunque sea en su jaula. Mañana le sigo.

  • La Cocina De Sandra