El arbol que ..continuacion

Pasaron los años, nuestro arbol crecia con su ritmo de temporadas secas y lennas de flores y hojas. Pero comenzamos a notar cada pez mas ramas muertas y ningunas nuevas. Ahora si, a ojos visto se estaba muriendo. Cuando nos fuimos de vacaciones ya no tenia una sola hoja, solo dedos largos, arañañndo el cielo. Poco antes de regresar nos llego la noticia que se habia partido en dos y que estaba hueco y podrido por dentro. Cuando llegamos ya habian limpiado todo, cortando todas las ramas que habian quedado. Que triste se veia el muñon carcomido de lo que fuera nuestro fiel compañero.
Pero teniamos un hijito suyo que habia nacido - como el hacia tantos años - en una de las macetas en la terraza. Lo plantamos en la parte baja del jardin, para que creciera en memoria de su padre.
Ahi deberia acabarse la historia, pero no. ¡Nuestro arbol no estaba muerto! De repente, del pedazo de tronco podrido empezaron a salir retoños y hojitas. Cuando vimos esto decidimos tomar medidas drasticas. Asi como estaba de hueco y podrido no era capaz de sostener ni una rama grande. Entonces cortamos dos trozos grandes hasta llegar a madera maciza y sana. Pronto comenzaron abrotar ramas por todas partes, tantas que tuvimos que podar algunas que no tenian esperanzas de crecer, otras que ponian en peligro el equilibrio del arbol. La mayoria crecieron con un ritmo tan acelerado, que hoy, un año despues de que se "murio" esta tan alto como en sus mejores dias y lleno de flores!
Su hijo mientras tanto ya asomo su cabeza por encima del muro que lo protegia y seguramente para la proxima Navidad ya tendra sus primeras flores.